Se recomienda el uso de guantes por dos motivos fundamentales:
1. Para reducir el riesgo de contaminación de las manos de los trabajadores de la salud con sangre y otros fluidos corporales.
2. Reducir el riesgo de propagación de microorganismos en el medio ambiente y transmisión de profesional sanitario a paciente y viceversa, así como de un paciente a otro.
Por lo tanto, se deben usar guantes durante todas las actividades de atención al paciente que puedan implicar la exposición a sangre y otros fluidos corporales (incluido el contacto con las membranas mucosas y la piel lesionada), durante las precauciones de contacto y las situaciones de brote
La eficacia de los guantes para prevenir la contaminación de las manos de los profesionales sanitarios y ayudar a reducir la transmisión de microorganismos en la atención sanitaria ha sido confirmada en varios estudios clínicos. Sin embargo, los profesionales de la salud deben saber que los guantes no brindan una protección completa contra la contaminación de las manos.
Los microorganismos pueden contaminar las manos de los trabajadores de la salud a través de pequeños defectos (agujeros) en los guantes o al quitarse los guantes. La higiene de las manos, ya sea frotando con un desinfectante para manos a base de alcohol o con agua y jabón, sigue siendo la base para garantizar la descontaminación de las manos después de quitarse los guantes.
Punto clave de aprendizaje: Los guantes no brindan una protección completa contra la contaminación de las manos
El impacto del uso de guantes en el cumplimiento de las políticas de higiene de manos no se ha establecido definitivamente, ya que los estudios publicados han mostrado resultados contradictorios. Sin embargo, la recomendación de usar guantes durante todo el cuidado de un paciente en las precauciones de contacto, sin considerar las indicaciones para su retiro, como, por ejemplo, la higiene de las manos, en realidad puede conducir a la transmisión de microorganismos.
El uso de guantes y la necesidad de higiene de manos:
• Cuando una indicación de higiene de manos preceda al contacto que también requiera el uso de guantes, frótese las manos con un desinfectante para manos a base de alcohol o lávese las manos con agua y jabón antes de ponerse los guantes.
• Cuando una indicación para la higiene de manos sigue a un contacto que requirió guantes, frótese las manos con un desinfectante para manos a base de alcohol o lávese las manos con agua y jabón después de quitarse los guantes.
• Cuando se aplica una indicación para la higiene de manos mientras el trabajador de la salud usa guantes, estos deben quitarse para frotarse las manos con un desinfectante para manos a base de alcohol o lavarse las manos con agua y jabón.
Uso inadecuado de guantes:
• Cuando no está indicado, el uso de guantes representa un desperdicio de recursos y no contribuye a reducir la transmisión cruzada de microorganismos.
• También puede resultar en oportunidades perdidas para la higiene de manos.
• El uso de guantes contaminados por almacenamiento incorrecto y tiempos y técnicas inadecuados para ponerse y quitarse puede resultar en la transmisión de microorganismos.
Resumen de recomendaciones sobre el uso de guantes:
• El uso de guantes no modifica las indicaciones de higiene de manos, es decir, no sustituye la acción de higienizarse las manos frotando las manos con un preparado alcohólico o el lavado de manos con agua y jabón líquido.
• Use guantes cuando pueda anticiparse el contacto con sangre u otros fluidos corporales, membranas mucosas, piel lesionada o materiales potencialmente infecciosos.
• Quítese los guantes después de atender a un paciente. No utilice el mismo par de guantes para más de un paciente.
• Cuando use guantes, cámbielos o quítelos durante la atención al paciente cuando se mueva de un sitio anatómico contaminado a otro (incluidas membranas, mucosas, piel no intacta o un dispositivo médico en el mismo paciente o entorno).
• No se recomienda reutilizar los guantes después del reprocesamiento o la descontaminación.
La eficacia de los guantes para prevenir la contaminación de las manos de los profesionales sanitarios y ayudar a reducir la transmisión de microorganismos en la atención sanitaria ha sido confirmada en varios estudios clínicos.
Fuente: ANVISA.
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