También llamados primeros socorristas o rescatistas, los paramédicos son profesionales de la salud como médicos, enfermeras, asistentes y técnicos de enfermería que pueden brindar atención inicial en situaciones de emergencia.
Por lo general, es uno de los primeros profesionales en llegar a sitios de accidentes y desastres naturales, y también realiza procedimientos de primeros auxilios en diversas situaciones de urgencia y emergencia. El paramédico está calificado para aplicar técnicas de reanimación cardíaca, tratar casos de paro cardíaco, realizar el uso de desfibriladores y otros equipos médicos, e incluso las técnicas para eliminar víctimas de accidentes.
Sin embargo, el entorno de trabajo donde trabajan los paramédicos es el denominado entorno “fuera del hospital”, lo que significa que el rescatador siempre debe estar bien preparado y equipado para realizar procedimientos médicos fuera del entorno controlado que ofrece un hospital, y expuesto a diversas situaciones y los riesgos más diversos.
Por lo tanto, el paramédico siempre debe estar preparado y tener algunos artículos siempre a mano, minimizando los peligros que ya existen en la profesión, tales como:
• Sueros y antisépticos;
• Cilindros de oxígeno y respiradores;
• Resucitadores adultos y niños;
• termómetros;
• Gasas, vendajes, vendajes, jeringas y catéteres estériles;
Guantes de procedimiento estériles y no estériles: en un entorno donde todo puede salir del control del profesional, los guantes de procedimiento son la primera barrera protectora que garantiza que el paramédico no se contamine con virus y bacterias letales que pueden estar presentes en el sitio. llamar
La exposición a enfermedades, infecciones, quemaduras, cortes y otras lesiones son parte de la rutina del rescatador. La profesión se considera una de las 30 ocupaciones que más presentan riesgos para la salud.
Además de los guantes, otros EPP son indispensables para el rescatador, como:
• Sombrero o gorra: destinados a proteger el cabello y la cabeza del paramédico, y también para evitar el contacto con la víctima protegiéndola de la contaminación;
• Máscara protectora: protege la cara y la boca del rescatador del contacto con microorganismos transportados por el aire, así como del contacto con sangre y saliva contaminadas.
• Gafas protectoras: evita que agentes infecciosos entren en contacto con los ojos en entornos muy contaminados, como puede ocurrir en caso de accidentes y desastres naturales.
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