La sangre juega un papel muy importante en el cuerpo humano. Su función principal es transportar oxígeno y nutrientes a los tejidos, además de garantizar que el dióxido de carbono llegue a los pulmones y las hormonas actúen en diversas partes del cuerpo.
Sin embargo, lamentablemente existen enfermedades que la afectan y merecen nuestra atención. La buena noticia es que, si se detectan a tiempo, pueden tratarse y gestionarse adecuadamente. Sigue en nuestro blog cuales son las principales enfermedades de la sangre, y los tratamientos indicados para cada una.
Anemia
La anemia se caracteriza por una cantidad anormal de hemoglobina en la sangre. Es decir, los valores indicados en el hemograma son más bajos de lo normal. La persona anémica carece de nutrientes esenciales para el organismo, como hierro, zinc, proteínas y vitamina B12. Los niños, las mujeres embarazadas, las mujeres lactantes y los adolescentes tienen más probabilidades de desarrollar anemia. Los principales síntomas son: cansancio, palidez y falta de apetito. El tratamiento debe realizarse mediante medicación y una dieta rica en hierro.
Hemofilia
La hemofilia es el trastorno causado cuando no hay una coagulación adecuada de la sangre. La persona sangra profusamente después de una herida o lesión, a menudo sangrando.
Grandes e intensos hematomas, sangrado sin motivo aparente e hinchazón en las articulaciones son los principales síntomas de la enfermedad. El tratamiento consiste en aplicaciones de inyecciones de plasma y coagulantes.
Trastorno plaquetario
Las plaquetas tienen la función principal de combatir la pérdida de sangre provocada por cortes o heridas, aunque sean pequeñas. Este trastorno se presenta cuando presentan un mayor o menor número en su producción.
Esto aumenta el riesgo de desarrollar algunas enfermedades como artritis, linfoma o leucemia, lupus, hiperesplenismo y púrpura trombocitopénica idiopática. Interrumpir y evitar los medicamentos que provocan sangrado son las principales acciones de tratamiento de esta enfermedad.