Incendios en Australia y el Amazonas, inundaciones en Venecia, ruptura de presas de mineral y derrames de petróleo en las playas del noreste de Brasil. En 2019, ocurrieron varios desastres ambientales en todo el mundo, dejando a las autoridades y a la sociedad civil en alerta por los efectos de estos eventos en la fauna, la flora y las generaciones futuras.
Por esta razón, personas de todas las edades, incluidos niños, se ofrecieron como voluntarios para tratar de mitigar los impactos de cada uno de estos incidentes. Sin embargo, muchos no prestaron atención a los riesgos para la salud, descuidando el uso de equipos de protección personal (EPP).
En la situación del derrame de petróleo en la región noreste, por ejemplo, varios voluntarios mostraron síntomas de contaminación después de ayudar a limpiar las playas afectadas. Muchos de ellos no han tomado medidas de protección para evitar el contacto con el petróleo crudo. De hecho, la foto de un niño de 13 años cubierto de petróleo mientras intentaba ayudar en una playa en Pernambuco, fue una de las imágenes más impactantes de la ocasión, y dio la vuelta al mundo encendiendo la advertencia sobre los peligros a los que estaban expuestos los voluntarios.
El fotógrafo publicó en sus redes sociales la imagen de un niño de 13 años cubierto de petróleo mientras ayudaba a limpiar las playas.
El Instituto Nacional del Cáncer enumera el petróleo como una sustancia altamente peligrosa y puede causar varios tipos de alergias, infecciones de la piel, dermatitis de contacto, dificultad para respirar al inhalar los gases generados por la sustancia, vómitos e incluso cáncer.
El uso de EPP es esencial, ya que evita que los voluntarios se enfermen después de la exposición a sustancias químicas y biológicas en los lugares donde brindan asistencia. Algunos de los equipos principales son máscaras, botas de plástico o impermeables, pantalones, camisas de manga larga y guantes.
En circunstancias como las que se producen en las playas brasileñas, los guantes más adecuados son los guantes de PVC o nitrilo, que ofrecen resistencia al petróleo y otros productos químicos, como solventes clorados, alcoholes, diferentes tipos de aceites e incluso algunos ácidos, lo que garantiza una mayor protección contra salud voluntaria Los guantes de látex natural, como los guantes quirúrgicos, no se recomiendan en estos casos. Tienen baja resistencia al calor y a sustancias como el aceite, que pueden causar o agravar las irritaciones de la piel después del uso por contacto con este material.
En casos de rescate de animales heridos o víctimas humanas en otros tipos de desastres, se pueden usar guantes de látex para evitar el contacto con fluidos corporales como sangre, saliva y secreciones.
Los voluntarios tratan a los koalas rescatados del fuego en Australia. Foto: Reproducción / Internet
En casos como inundaciones e inundaciones, muy comunes en varias ciudades de Brasil, por ejemplo, los guantes y otros EPI ayudan a evitar el contacto con contaminantes al limpiar las áreas afectadas, evitando el riesgo de que el voluntario adquiera enfermedades como la leptospirosis.
Recuerde: nunca intente ayudar solo y sin el apoyo y la supervisión de los organismos responsables. Únase a grupos de voluntarios ya establecidos y organizados por ONG y organismos públicos. Estarán preparados para la situación y podrán guiarlo de manera adecuada para evitar que tome riesgos durante las acciones.
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